3/13/2007

PRODUCTOS LACTEOS Y CÁNCER DE MAMA.

PRODUCTOS LÁCTEOS Y CÁNCER DE MAMA

Por la Prof. Jane PLANT, PhD, CBE
Extracto del libro "Your life in your hands" de la Prof. Jane Plant.
Editado por Virgin (UK)

La Profesora Jane Plant es una esposa, una madre y una reconocida y respetada científica por su trabajo en geoquímica.
Cuando en 1987, a la edad de 42 años, descubrió que tenia cáncer, su
mundo se vino abajo. Pero, a pesar de haber tenido cuatro recaídas,
Jane se negó a tirar la toalla. Escribió un libro sobre la experimentació n que ella hizo sobre sí misma.: "Your Life in your Hands" (Tu vida en tus manos), edición Virgin, UK. Ideó una dieta revolucionaria y un estilo de vida, que ella cree le ha salvado la vida, que pueden ayudar a otras mujeres a no caer presas de la enfermedad.

Su teoría sigue siendo polémica - pero cada mujer debería leerla y
decidir por sí misma - He aquí su experiencia:
"Sufrí la amputación de una mama y me sometieron a radioterapia. Y
ahora estaba recibiendo una quimioterapia dolorosa. Me vieron las
especialistas más eminentes del país. Pero en mi fuero interno, estaba
segura que me estaba enfrentando a la muerte.

Tenía un marido maravilloso, una casa preciosa, y dos hijos jovencitos para cuidar. Afortunadamente esto me llevó a descubrir hechos, algunos que sólo unos cuantos científicos conocían en aquella época.

Cualquiera que haya estado en contacto con el cáncer de mama, sabrá que hay ciertos factores de riesgo:

* el aumento de la edad
* una temprana menarquia (1ª regla antes de la edad habitual)
* una menopausia tardía
* un historial familiar de cáncer de mama

Todos estos factores están fuera de nuestro control. Pero hay muchos
factores de riesgo que podemos controlar fácilmente. Estos riesgos
controlables se traducen en simples cambios que todos podemos hacer en el día a día de nuestras vidas, para ayudar a prevenir o a tratar el
cáncer de mama.

¡Mi mensaje es que incluso el cáncer de mama avanzado se puede
VENCER porque YO LO HE CONSEGUIDO!

La primera pista para comprender lo que estaba causando mi cáncer de
mama, vino de mi marido Peter, que también era un científico, cuando
volvió de China y me empezaron a dar quimioterapia.
Me trajo postales y cartas, Como también unos asombrosos supositorios herbales, que mis amigos y colegas Chinos me enviaban. Me enviaron los supositorios como tratamiento para el cáncer. A pesar de la terrible situación, los dos nos echamos a reír mucho, y recuerdo haber dicho que si esto era el tratamiento del cáncer de mama en China, entonces no había que extrañarse que las mujeres chinas evitaran contraer la enfermedad!

Esas palabras hicieron eco en mi mente: ¿POR QUÉ LAS CHINAS NO CONTRAÍAN CÁNCER DE MAMA?

La enfermedad era virtualmente inexistente en toda China. Sólo una
de 10. 000 mujeres moría de cáncer de mama, comparado con esa terrible
cifra de una de 12 en el Reino Unido y aún peor, la medía de una de 10
mujeres en la mayoría de los países occidentales, había una diferencia sustancial.

La cuestión no es que China sea un país más rural y con menor polución urbana. En Hong-Kong, que es altamente urbano, la tasa sube a 34 mujeres de 10. 000, pero sigue siendo mucho menor que en Occidente.

Las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, tienen tasas
similares a las de la de China, y hay que recodar que estas dos ciudades fueron atacadas en 1945 con armas nucleares, así que además de los cánceres relacionados con la polución, uno se esperaba encontrar casos
relacionados con la radiación. Pues no, la conclusión que se puede
sacar de estas estadísticas impacta. Si una mujer occidental tuviera
que ir a vivir a la industrializada e irradiada Hiroshima, reduciría a
la mitad su riesgo de contraer cáncer de mama.

Obviamente esto es absurdo: Me parecía obvio que algún factor del
estilo de vida no relacionado ni con la polución, ni con la industrializació n
o medio ambiente, estaba incrementando seriamente las probabilidades de contraer cáncer de mama.

Entonces descubrí lo que causaba la gran diferencia de las distintas tasas del cáncer de mama entre países orientales y occidentales. NO ES UNA CAUSA GENETICA. La investigación científica mostró que cuando chinas o japonesas se trasladan a Occidente, en una o dos generaciones, su tasa de contraer cáncer de mama, se acerca a las tasas de la comunidad que les acoge.

Lo mismo ocurre cuando Orientales adoptan un estilo de vida completamente occidental en Hong-Kong. Para los chinos toda la comida
occidental, incluyendo todo desde el helado, el chocolate hasta los
espaguetis y queso, es "Comida de Hong-Kong" porque allí en la antigua
colonia británica se podía encontrar todos esos alimentos, que
escaseaban en la antigua China continental.

Por lo tanto me parecía lógico que lo que fuera que estaba causando
mi cáncer de mama, y su gran incidencia en este país (Gran Bretaña) en
general, tenia que ver con seguridad con el estilo de vida occidental.

Aquí hay un punto importante para los hombres también. He observado
en mi investigación que mucho de los datos relacionados con el cáncer
de próstata conducen a similares conclusiones.

Según los datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) el numero de hombres contrayendo cáncer de próstata en la China rural es
insignificante, pues el 0.5 de hombres de 10. 000. Cuando en Inglaterra, Escocia y Gales, sin embargo, esta cifra es 70 veces más elevada . . .
Como el cáncer de mama, es una enfermedad de la clase media, que
ataca a los más ricos y a las clases socio-económicas más altas, aquellos que se pueden permitir comer alimentos ricos en calorías y en diversas sustancias.
Recuerdo haber dicho a mi marido: "Venga, Peter, acabas de volver de
China ¿En que diferencia el estilo de vida de China con relación al
nuestro? ¿Por qué no contraen cáncer de mama?
Decidimos utilizar nuestro saber científico y utilizarlo con lógica.
Estudiamos los datos científicos con relación a las grasas de la dieta.
Investigadores habiendo descubierto, en los años 1980 que sólo un
promedio del 14% de las calorías de la dieta de los Chinos eran de
grasa, comparado al 36% en la dieta occidental. Pero la dieta que yo
había seguido durante años antes de tener el cáncer de mama era baja en grasa y alta en fibra.
Además, como científica, sabia que el comer grasa, en adultos, no ha
sido probado que aumente el riesgo de tener cáncer de mama, en la
mayoría de las investigaciones que siguieron a grandes grupos de
mujeres durante una docena de años. Entonces un día algo especial
ocurrió. Peter y yo hemos trabajado tanto tiempo juntos a lo largo de los años que no estoy segura quién de los dos dijo primero: ¡Los chinos no comen productos lácteos!. . ."

Es difícil de explicar a una persona no-científica la repentina reacción
mental y emocional que sientes cuando tienes la impresión de haber
descubierto algo importante. Es como si tuvieses un montón de piezas de
un rompecabezas en tu mente y que de repente en unos segundos, todos
caen en su sitio y todo el cuadro está claro.

De repente recordé cuantos chinos eran físicamente incapaces de
tolerar la leche. Como los chinos con quién había trabajado decían
siempre que la leche era sólo para bebés, y como uno de mis buenos
amigos siempre, con mucha educación, se negaba comer queso en las cenas a las cuales estaba invitado.

No conocía ningún chino que llevando una vida tradicional china
utilizara vaca ni productos lácteos para alimentar a sus bebés. La
tradición era de utilizar una ama nodriza, pero jamás productos lácteos.
Culturalmente, los Chinos encuentran nuestra preocupación occidental
por la leche, muy extraña. Recuerdo haberme ocupado de una gran delegación china de científicos poco después del final de la Revolución Cultural en los años 1980.
El Foreign Office (Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido)
nos aconsejó de encargar un pudding que tuviera mucho helado. Después de haberse informado en que consistía, todos los chinos, incluido el intérprete, con muy buenos modales, pero muy firmemente, rehusaron tomarlo, y no hubo manera de convencerlos de lo contrario. En aquel entonces nos alegramos todos pues pudimos tomar doble ración!

Descubrí que la leche es una de las causas de las alergias alimenticias.
Más de 70% de la población mundial es incapaz de digerir el azúcar de
La leche: la lactosa lo cual ha llevado a los nutricionistas a pensar que
esto es la condición normal de los adultos, y no una deficiencia. Quizás la
naturaleza está intentando decirnos que estamos comiendo un alimento
equivocado.

Antes de tener cáncer de mama la primera vez, había comido muchos
productos lácteos, como leche desnatada, queso y yogur bajos en grasa.
Los había utilizado como mi principal fuente de proteínas. También
comía carne picada, barata, magra de vaca, y ahora me doy cuenta que
sería una vaca lechera.
De manera a soportar la quimioterapia que recibí por mi quinto cáncer, había estado comiendo yogur orgánico para ayudar a mi sistema digestivo a recuperarse y repoblar mi tubo digestivo con "buenas" bacterias.
Recientemente descubrí que allá por los años 1989 el yogur fue
Implicado en el cáncer de ovario. El Dr. Daniel Cramer de la Universidad de Harvard (USA) estudió a centenares de mujeres con cáncer de ovarios y les hizo detallar lo que comían. ¡Ojalá hubiese sabido de sus descubrimientos antes!

Siguiendo lo que yo y Peter habíamos descubierto con relación a la
dieta china, yo decidí suprimir no sólo el yogur sino todos los productos
lácteos inmediatamente. El queso, la mantequilla, la leche y el yogur y todo aquello que llevaba productos lácteos los tire a la basura. Es
increíble cuantos productos, incluyendo sopas, galletas, pasteles
comerciales contienen productos lácteos. Incluso algunas margarinas
supuestamente de soja, girasol, o de aceite de oliva, para untar, llevan productos lácteos.
Entonces empecé a leer con atención todas las etiquetas y la letra pequeña.
Llegados a este punto, estaba observando el progreso de mi quinto
tumor canceroso con un compás anotando los resultados. A pesar del
aliento y animo que me daban mis médicos y enfermeras, mis propias
observaciones me decían la amarga verdad.

Mis primeras sesiones de quimioterapia no tuvieron ningún efecto. El
tumor seguía del mismo tamaño. Entonces suprimí los productos lácteos.
En sólo días el tumor empezó a encogerse Dos semanas después de mi
segunda sesión de quimio y una semana después de haber suprimido los
productos lácteos, el tumor de mi cuello empezó a picarme. Luego empezó a ablandarse y a reducirse de tamaño. El tumor se hacia cada ve más pequeño.

Un sábado por la tarde, unas 6 semanas después de haber suprimido
los productos lácteos de mi dieta, empecé a hacer una hora de
meditación y luego palpé lo que quedaba del tumor. Ya no quedaba nada. Sí, estaba muy acostumbrada en detectar los tumores cancerosos.
Había descubierto mis 5 tumores yo misma. Baje abajo y le pedí a mi
marido que palpara mi cuello. El tampoco encontró ningún tumor.

El jueves siguiente tenía hora con mi oncólogo en Charing Cross
Hospital de Londres. Me examinó a fondo, sobre todo mi cuello donde estaba el bulto.

Se maravilló:"¡No lo encuentro!", dijo. Ningún médico, por lo visto, se
esperaba que nadie con mi tipo de cáncer al nivel que estaba (ya había
invadido el sistema linfático) que sobreviviera!

Mi especialista estaba tan feliz como yo. Cuando al principio discutí mis ideas con él, estaba comprensiblemente escéptico. Pero ahora utiliza mapas de China mostrando la mortandad por cáncer en China, en sus conferencias y recomienda una dieta sin productos lácteos a sus pacientes!

Ahora pienso que la relación entre los productos lácteos y el cáncer
de mama, es similar a la relación entre el fumar y el cáncer de pulmón.
Creo que identificando la relación entre el cáncer de mama y los
productos lácteos y siguiendo una dieta especifica para mantener la
salud de mi mama y de mis sistema hormonal, me curó.

Fue difícil para mi, como lo podría ser para vosotras, el aceptar que una sustancia tan "natural" como la leche, pueda tener implicaciones tan tremendas para la salud. Revelaré los secretos de mi plan de acción revolucionario.

Extracto del libro "Your life in your hands" de la Prof. Jane Plant.
Editado por Virgin (UK)

La convicción de Jane Plant de que los productos lácteos pueden
causar cáncer viene del complejo químico de la leche. Toda la leche de
mama humana o de mamíferos, es un medio de transporte de cientos de componentes químicos. Es una poderosa solución bioquímica, especialmente para proveer las necesidades individuales del joven mamífero de la misma especie. Jane dice: "No es que la leche de vaca sea un alimento malo. Es un gran alimento, pero para terneros. No está destinado por la naturaleza para ser consumido por ninguna otra especie que no sea un ternero.

Nutricionalmente es distinto de la leche materna humana y contiene tres
veces más de proteína y mucho más calcio".

La leche materna como la leche de vaca, contiene productos químicos
destinados a jugar un papel importante en el desarrollo del bebé. Uno
de estos productos -insulina factor de crecimiento: IGF-1- hace que las
células se dividan y se reproduzcan.

IGF-1 es biológicamente activo en humanos, sobre todo en la pubertad, cuando el crecimiento es rápido. En chicas jóvenes, estimula el tejido de la mama para que crezca y mientras sus niveles son altos durante el embarazo, las hormonas prolactinas y estrógenos son también activas, ensanchando los tejidos de la mama y aumentando los conductos
de la leche preparándola para amamantar.

Aunque la concentración y secreción de estas hormonas en la sangre
son bajas, ejercen un efecto poderoso sobre el cuerpo. Todas estas
hormonas están presentes en la leche de vaca. La composición del IGF-1
es idéntica que sea en la leche humana o en la leche de vaca, pero sus
niveles son naturalmente más altos en la leche de vaca. También se
encuentran en la carne de vaca.

Altos niveles de IGF-1 en humanos son considerados un factor de
riesgo para el cáncer de mama y la próstata. . Un estudio de 1998 de
mujeres pre-menopáusicas, revela que aquellas que tienen los niveles
más altos de IGF-1 en sangre, corrían casi tres veces más riesgo para desarrollar un cáncer de mama, comparadas con las mujeres con niveles bajos. Entre mujeres por debajo de los 50, el riesgo se multiplica por dos.

Otros estudios demuestran que altos niveles de IGF-1 en sangre en
los hombres son un indicador importante de cáncer de próstata. Es
interesante saber que recientes medidas para mejorar la producción de
leche ha aumentado los niveles del IGF-1 en las vacas. El IGF-1 en la
leche y en la carne ¿podría causar su reforzamiento en humanos, sobre
todo a lo largo de una vida llevando a una división celular inapropiada? . . . Aunque producimos nuestro IGF-1, ¿podría ser que las cantidades en demasía que ingerimos de los productos lácteos, de hecho producirían cáncer?
Jane Plant ya sabía que el medicamento tamoxifeno, de alto perfil,
utilizado en el tratamiento del cáncer de mama, está pensado para
reducir los niveles de IGF-1 que circula en sangre.
El IGF-1 no es destruido por la pasteurizació n, pero críticos
argumentan que es destruido por la digestión, volviéndolo inofensivo. Jane piensa que la proteína principal de la leche, la caseína, evita que esto ocurra y que la homogenizació n, que evita que la leche se separe en
leche y crema, podría aumentar aún más el riesgo de hormonas que
provocan el cáncer así como otros productos químicos que alcanzarían la circulación sanguínea.

Ella también piensa que otros productos químicos de la leche de vaca
pueden ser responsables de enviar señales equivocadas a los tejidos
adultos.

¿Podría la prolactina liberada para estimular la producción de leche
en vacas, tener un efecto similar en tejidos de mama humana, provocando
la misma respuesta y causando que las células se volvieran confusas,
estresadas y empezar cometiendo errores, replicando su propio DNA?
Estudios han confirmado que la prolactina favorece el crecimiento de las células de cáncer de próstata en cultivo.
Otra hormona, el estrógeno, Considerada uno de los principales
factores de riesgo para el cáncer de mama, está presente en la leche en
pequeñas cantidades. Pero aún niveles bajos de hormonas son conocidos por causar serios daños biológicos. Cantidades microscópicas de estrógenos en nuestros ríos, son suficientemente poderosas como para causar la feminización de muchos machos de diferente especies de peces. Mientras los estrógenos en la leche no plantean un problema directo en los tejidos, pueden estimular la expresión del IGF-1 de donde resulta el crecimiento de un tumor a largo plazo.

Jane que ha encontrado cada vez más apoyo a sus teorías de parte de
los especialistas, dice que ella no ataca a las teorías más ortodoxas.
Ella intenta que su dieta sea un complemento de las mejores terapias
que se puedan encontrar en la medicina convencional, y no una sustitución.
PURO, PERO MORTAL. ¿ES QUE LA LECHE ES POTENCIALMENTE LETAL?
Dieta libre de productos lácteos y cáncer de mama/colon
¿Es que alguien tiene opiniones o experiencias con relación a los
planteamientos de la Prof. Plant? La científica británica, Jane Plant,
que cree que una dieta sin productos lácteos le ayudó a recuperarse de
su cáncer de mama, habló con Katie Donovan.

Tentada por un pastelito de crema, te disuades de ello pensando lo
malo que es el atascamiento de las arterias por la grasa. Optas por
yogures desnatados y leche desnatada en tu té, felicitándote de tu
sensato auto-control. Según un nuevo libro original, que habla del
cáncer de mama (que mata 600 mujeres en Irlanda anualmente), los
productos lácteos, que sean enteros o desnatados, deberían ser
suprimidos de un día para otro del menú de todo el mundo. (Son también
responsables del cáncer de próstata, así que de verdad quiero decir todo el mundo).
La Prof. Jane Plant, PhD, CBE, autora del libro "Your life in your
hands" (Tu vida en tus manos), fue diagnosticada de cáncer de mama hace 13 años. Tenia 42 años y era una bioquímica con éxito (es ahora Jefe
científico del British Geological Survey) y pensaba que llevaba una
vida sana. No tenia un historial familiar de cáncer de mama. Descubrió
que "sólo 5 a 10% de los cánceres de mama son resultados de genes heredados, y la enfermedad no siempre se manifiesta, aún en aquellas que llevan el gen mutado. "
Mareada por la jerga médica y helada de pánico, se apoyó en su
entrenamiento científico para intentar entender como había desarrollado
la enfermedad, y de cómo se podía curar.
Se puso a la dieta Bristol. Le hicieron una mastectomía (supresión
quirúrgica de la mama), la irradiaron los ovarios( para provocar la
menopausia y suprimir los estrógenos). Hizo muchas preguntas y mucha
investigación. Pero no llegaba a nada.
Una noche, con su marido científico, se pusieron a darle vueltas al
porqué de que en Occidente 1 de cada 10 mujeres contrae cáncer de mama (1 de cada 14 en Irlanda), mientras en China sólo 1 de cada 10.000 lo cogía. Y de repente la pareja tuvo la respuesta: "¡En China no comen productos lácteos! . . . ¡¡EUREKA!!"
Plant eliminó todos los productos lácteos (incluido los de cabra y
oveja) de su dieta. Seis semanas después, su tumor había desaparecido.
Cuando me encuentro con ella veo que es una mujer con aspecto joven a
Sus 55 años, bebiendo un té de menta y un sándwich de atún (sin mantequilla ni mayonesa). Se mantiene con su dieta sin productos lácteos y sigue sin cáncer.
Suprimiendo los productos lácteos de su dieta fue sólo parte de un
plan sano que se había trazado durante su cáncer. También tomaba
suplementos de ácido fólico y de zinc. Bebía agua filtrada y jamás
consumía nada que estuviera envuelto, empaquetado en plástico
(pthalates, producto químico nocivo, sale del plástico y penetra en los alimentos).
A pesar de todos sus esfuerzos fue únicamente cuando suprimió los
productos lácteos que el cáncer desapareció.
63 mujeres que tenían cáncer de mama y que fueron a ella para
pedirle consejo, también curaron después de dejar de comer productos lácteos.
Entonces se preguntó: ¿pueden los productos lácteos, tan queridos de
los británicos como de los irlandeses, sin hablar de los americanos cuyas
dietas son del 40% en productos lácteos, tener un efecto tan letal? "La
leche está prevista como el alimento perfecto para los animales recién
nacidos. Ellos no pueden comer alimentos corrientes, dependen de la
leche para desarrollarse y mantener la diferenciación celular
funcionando. Pero la leche contiene productos químicos como el factor
de crecimiento IGF-1, que los niños tienen de modo natural cuando son
adolescentes, para ayudarles a desarrollar sus mamas. Este producto
químico destinado a estimular el crecimiento de las células puede
enviar la señal errónea al tejido de la mama adulta.
Ella cita estudios hechos en EE. UU. y Canadá en 1998 que
encontraron que las mayores pre-menopáusicas, con el nivel de
concentración más alto en sangre de IGF-1, tenían mucho más riesgo de desarrollar un cáncer de mama (estudios similares han encontrado una relación entre la IGF-1 y el cáncer de próstata). La medicación, tamoxifeno, recetado a las mujeres con cáncer de mama funciona, se piensa, reduciendo los niveles de la IGF-1 en sangre.
"Más del 70% de la población mundial es incapaz de digerir el azúcar
de la leche: la lactosa", decía ella. "La intolerancia a la lactosa
Podría ser el sistema que tiene la naturaleza de avisarnos con tiempo que estamos comiendo un alimento equivocado. "La homogenización por lo visto sólo consigue que los productos químicos que favorecen el cáncer, lleguen antes a la circulación sanguínea".
Plant ha hecho sus deberes. "Estudios epidemiológicos han indicado
una correlación positiva entre el consumo de productos lácteos y la
aparición del cáncer de mama en áreas urbanas". Cita más datos de
investigación para sugerir que los "estrógenos libres" encontrados en
la leche de vaca entera, pasteurizada y comercializada, así como en la leche desnatada, pueden estimular la expresión de la IGF-1 y resultan indirectamente en un tumor a largo plazo!".
Hace una lista de dioxinas y otros productos químicos de medio
ambiente que dañan algunos de ellos cancerígenos, que a menudo son
liposolubles y terminan "particularmente concentradas" en la leche.
En cuanto al argumento que necesitamos productos lácteos porque
contienen calcio, Plant cita lo que la OMS ha encontrado en sus investigaciones, a saber que países que tienen una toma baja de calcio no tienen un aumento de osteoporosis. "Estudios científicos con relación a la absorción del calcio demuestran que sólo un 18 a 36% del calcio de la leche se aprovechada por el cuerpo".
Ahora que estamos convencidos ¿qué debemos de comer en lugar de los productos lácteos? Plant recomienda:
* leche de soja (Todos no están de acuerdo. Ver más adelante)
* té de hierbas, semilla de sésamo, tofu, nueces, pescado,
huevos orgánicos
* carne magra (no ternera picada, que puede ser vaca lechera)
* mucha fruta y verduras frescas, orgánicas (ensaladas, zumos o
ligeramente al vapor)
¿Pero como puede una mujer permitirse el tiempo y la energía para
encontrar y preparar estos alimentos? Ella dice que tu prioridad debe
de ser los alimentos sanos y no basura.
Pero alimentos orgánicos primero.
Tu salud es más importante que un coche nuevo. De todas formas no lo
encuentro demasiado caro. Lo que no compro son alimentos procesados,
que esos, además, son caros".
Ni su marido ni sus dos hijos tienen problema para seguir su plan de
comida. Y a pesar que ella viaja mucho por su trabajo, encuentra que se
puede arreglar (incluye muchas pistas y trucos en su libro para saber
que llevarse en un viaje (leche de soja en polvo, bolsitas de té de
hierbas, tabletas de algas para el yodo, etc. . . )
Está escribiendo un nuevo libro, una guía para la mujer ocupada que
quiere mantenerse en buena salud.
Aconseja un auto-examen a fondo y con frecuencia, de la mama. Te
auto-fortaleces colaborando con tu médico como formando parte de su
equipo en vez de sentirte victima.
Plant no es una entusiasta de la filosofía de Louise Hay en "Puedes
sanar tu vida". Dice: "sí, creo en el pensamiento positivo, pero también soy científica y deseaba una explicación racional. Tengo amigos que han leído el libro de Hay que se sienten culpables por no conseguir adaptarse mentalmente, o si se han adaptado y no se han curado, les entra angustia".
Plant, que aboga por la Acupuntura, tiene opiniones variables con
relación a las medicinas alternativas. Desconfía de la Aromaterapia,
encuentra que las visualizaciones no funcionan (en su caso), pero
encontró mucho alivio con la terapia cognitiva y la hipnoterapia (estas
dos ultimas terapias le ayudaron a reducir su estrés y su ansiedad
causado por el hecho de tener cáncer).
Sobre todo, de cualquier modo, fue su investigación profesional como
geoquímica sobre la relación entre la enfermedad y los micro elementos
en el medio ambienta chino y coreano que la llevaron a descubrir el
papel de los productos lácteos en el cáncer. Encuentra a la profesión
médica muy miope con relación a la influencia de los factores ambientales - tal como la polución y la industrialización - en la
Enfermedad. "Creo que la salud pública ha hecho mucho por erradicar
Enfermedades infecciosas, pero considerando el medio ambiente y la
Nutrición, ya podrían hacer lo mismo para las enfermedades degenerativas" .
Plant empezó escribiendo "Your life is in your hands" para su hija
Emma (ahora 25 años). La adolescencia de Emma fue dominada por el miedo de que su madre iba a morir. El titulo original del libro fue:"Lo que
quiero que mi hija sepa", recuerda Plant. "Las 63 mujeres con cáncer de
mama me animaron a publicar el libro. Al principio no quería sabe nada de ello.
Sabia que me atacarían, pues la ciencia es un proceso, un sistema de
adversarios" .
DATOS INTERESANTES SOBRE EL CÁNCER

* La célula cancerosa es anaeróbica, es decir, que no puede sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno. Existe un tratamiento con oxígeno, pero particularmente, en casa, es importante respirar a fondo y bien en un ambiente exterior sin polución. También hacer ejercicio si se puede.
* Los tejidos cancerosos son ácidos. Los tejidos sanos son alcalinos. De donde la ventaja de una dieta vegetariana.
* Es importante tomar antioxidantes: MAK, Vitamina C y E, coenzima Q10, selenium, germinación orgánica . . .
* Purificación de toxinas por hipertermia (sauna, elevación de la fiebre etc.). La célula cancerosa muere a temperaturas alrededor de los 40º
y 41º.
* Las enzimas disuelven la capa de proteína de la célula cancerosa haciéndola vulnerable al ataque de los glóbulos blancos. Las enzimas más importantes son la tripsina y la quimotripsina. Comer demasiadas proteínas y alimentos refinados como azúcar blanca, harina blanca, arroz blanco, etc. vacía el organismo de las enzimas pancreáticas, abriendo camino al cáncer.
De donde el interés de los alimentos integrales.
* Vitaminas para luchar contra el cáncer:
- La vitamina B17 mata las células cancerosas sin dañar las células sanas. Se encuentra en: la semillas de albaricoque, manzana, cereza, nectarina, ciruela, melocotón, endrina; almendras amargas, grano de lino, cebada, garbanzo, lentejas, maíz. Sin embargo, sin el suficiente zinc en el organismo, la vitamina B17 no funciona. Los resultados son también mejores si se toma con nutrientes como la vitamina C, las otras vitaminas B, vitamina A, manganeso, magnesio y selenium. Los médicos que recetan la vitamina B17 en general, lo utilizan como parte de un programa total consistiendo en una dieta, vitaminas, minerales, enzimas y ácidos grasos esenciales.
Los alimentos de SOJA no son siempre aconsejables porque
tienen el efecto de inhibir la capacidad de absorción del organismo de ciertos minerales incluyendo el calcio, magnesio, cobre, hierro y zinc.
* Los nombres alternativos de la vitamina B17 son: amygdalin y
laetril.
* La vitamina F es la omega-3 ácido graso. Se encuentra en:
granos de lino, semillas de sésamo, semillas de girasol, semillas de
calabaza, germen de trigo, germen de maíz, nueces, pescado azul.
* La vitamina C estimula la formación de los linfocitos (hasta 10 g diarios, pueden triplicarlos)
* La vitaminas E (antioxidante) , A + D(para el metabolismo del
calcio).
* Los minerales que ayudan incluyen el yodo para la función tiroidea, selenium (antioxidante) 12- coenzima Q10 (antioxidante, estimula el sistema inmunológico, fortalece el corazón, lo protege de los efectos tóxicos de la quimio, equilibra la tensión arterial, ayuda a prevenir los efectos secundarios de la quimioterapia. Una buena fuente de CoQ10 es el aceite de sésamo, de germen de trigo, de maíz; cereales integrales, semilla e soja, tofu, cacahuetes, semillas de sésamo. . . ).

(Dr. Brodie "Programa Intensivo de Suplementos) .
Cardo mariano: La utilización tradicional del fruto de cardo mariano
se debe a su contenido en un principio activo llamado silimarina y que
ha demostrado ser muy útil en los trastornos hepáticos. La silimarina
ejerce una acción directa sobre las células del hígado, regenerándolas
y combatiendo la sustancias hepatotóxicas (alcohol, tóxicos
alimentario, etc.) por lo que se revela como un excelente hepatoprotector. Previene la destrucción del hígado y estimula la regeneración de las células dañadas del hígado. También se utiliza en caso de insuficiencia
hepática o cálculos biliares.
La necesidad de comer alimentos ricos en todas las vitaminas y
minerales - sobre todo ricos en vitamina B17 - y la necesidad de reducir daños y estrés prolongadas al organismo, es lo más importante que debe saber el paciente.

3/08/2007

ALERGIAS E INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS.

DR: CARLOS ARTURO ALLEN SISNIEGA.

Alergias e Intolerancias Alimentarias

La mayoría de las personas pueden comer una gran variedad de alimentos sin problemas.
No obstante, en un pequeño porcentaje de la población hay determinados alimentos o componentes de alimentos que pueden provocar reacciones adversas, que pueden ser desde pequeñas erupciones hasta reacciones alérgicas graves.

Las reacciones adversas a los alimentos pueden deberse a una alergia alimentaria o a una intolerancia alimentaria. Aunque una de cada tres personas creen que son "alérgicas" a algunos alimentos, la prevalencia real de la alergia alimentaria es tan sólo de un 2% en la población adulta. En la población infantil, la incidencia es superior al 3-7%, aunque la mayoría superan las alergias alimentarias antes de comenzar a ir al colegio.
2. ¿Qué diferencia hay entre alergia alimentaria e intolerancia alimentaria?
Las reacciones adversas a los alimentos se confunden frecuentemente con las alergias alimentarias. En muchos casos, dichas reacciones se deben a algún otro factor - quizás una intoxicación alimentaria, una aversión psicológica a un alimento, o una intolerancia a un ingrediente de un alimento.
La alergia alimentaria es una forma específica de intolerancia a un alimento o uno de sus componentes, que activa el sistema inmunológico. Un alérgeno (proteína del alimento causante, que en la mayoría de la gente no produce reacciones adversas) provoca una serie de reacciones en cadena en el sistema inmunológico, entre ellas la producción de anticuerpos. Dichos anticuerpos provocan la segregación de sustancias químicas, como la histamina, que produce varios síntomas, como picor, moqueo, tos o trastornos respiratorios. Frecuentemente, las alergias a los alimentos o a sus componentes se heredan, y normalmente se identifican en los primeros años de vida.
La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del cuerpo. Un buen ejemplo es la intolerancia a la lactosa , que se da en ciertas personas por la carencia de una enzima digestiva llamada lactasa, que descompone el azúcar de la leche.

3. Alergia alimentaria
3.1. ¿En qué consiste una reacción alérgica?
El sistema inmunológico generalmente protege al cuerpo de las proteínas extrañas dañinas, generando una reacción para eliminarlas. La alergia se da esencialmente cuando el "sistema inmunológico no funciona bien", y percibe una sustancia normalmente inocua como si fuera una amenaza - un alérgeno -, y lo ataca con las defensas inmunológicas del cuerpo. Cuando hay una reacción alérgica real, el cuerpo produce anticuerpos (una proteína que específicamente se une a otra proteína llamada antígeno - en este caso el alérgeno - para neutralizarla y eliminarla del cuerpo). Los anticuerpos conocidos como inmunoglobulina E (IgE) reaccionan ante los alérgenos, y esto a su vez produce una reacción en los mastocitos (células de los tejidos) y los basófilos (un tipo de célula de la sangre). Los mastocitos se encuentran en la superficie de la piel y en las membranas mucosas de la nariz, del aparato respiratorio, los ojos y el intestino. Los mastocitos segregan una sustancia denominada histamina y otras, como leucotrienos y prostaglandinas, que provocan síntomas alérgicos, como los que se enumeran en la Tabla 1. Se producen reacciones adversas de forma inmediata, que normalmente son localizadas. Algunas reacciones alérgicas tardan horas o incluso días en desarrollarse desde el momento de la exposición a la proteína extraña. Normalmente se denominan "reacciones de hipersensibilidad retardada".
Afortunadamente, la mayoría de las reacciones alérgicas a los alimentos son relativamente leves, excepto en el caso de un número reducido de personas que experimentan una reacción grave con peligro de muerte, que se conoce como anafilaxis. Una reacción anafiláctica se puede producir a los pocos minutos de la exposición y requiere tratamiento médico inmediato. Los cacahuetes son uno de los alimentos que pueden provocar un "shock anafiláctico, que es una peligrosa reacción que se caracteriza por una caída súbita de la presión sanguínea y quien la sufre puede morir de una parada cardiaca, a no ser que se le administre inmediatamente adrenalina, para abrir las vías respiratorias.

Tabla 1: Síntomas de las reacciones alérgicas a los alimentos
Respiratorios
Moqueo o congestión nasalEstornudosAsma (dificultad para respirar)TosSibilanciaTrastornos respiratorios
Cutáneos
Inflamación de labios, boca, lengua, cara y/o la garganta (angioedema)Urticaria Erupciones o enrojecimientoPicazón (prurito)Eczema
Gastrointestinales
Dolor abdominalDiarreaNáuseasVómitosCólicosHinchazón
Sistémicos
Shock anafiláctico (shock generalizado grave)

3.2. ¿Qué personas corren el riesgo de sufrir alergias alimentarias?
Conocer los antecedentes familiares es la mejor forma de poder predecir la posibilidad de que haya problemas provocados por alergias alimentarias. Los niños con una madre o un padre alérgico tienen el doble de posibilidades de desarrollar una alergia alimentaria, que los niños cuyos padres no padecen alergias. Si tanto el padre como la madre son alérgicos, el riesgo es de cuatro a seis veces mayor. Se ha demostrado que la lactancia materna reduce el riesgo de sufrir alergias alimentarias, en comparación con aquellos bebés que son alimentados con preparados para lactantes. Parece que la única manera de proteger en alguna medida a los niños que nacen en familias, en las que hay algún familiar directo que tenga alergias, es que se continúe con la lactancia materna durante 4-6 meses.
3.3. ¿Cuál es la prevalencia de las alergias alimentarias?
Se calcula que la prevalencia de las alergias alimentarias es mucho menor de lo que cree el público. Aunque una de cada tres personas afirma ser alérgica a algún alimento, la incidencia real es bastante baja. Hay pocos estudios que señalen cuál es la verdadera prevalencia de las alergias alimentarias, en los que se confirmen las reacciones alergias con una prueba de estimulación alimentaria a doble ciego.
Gracias a estos estudios, se ha estimado que el promedio de alergias alimentarias en la población adulta es aproximadamente de un 1-2%. La prevalencia es mayor entre los niños pequeños, y se calcula que un 3-7% sufren alergias. Afortunadamente entre el 80% y 90% superan estas alergias antes de los 3 años.. Mientras que las alergias al huevo y la leche de vaca pueden desaparecer, las alergias a los frutos secos, las legumbres, el pescado y el marisco suelen permanecer durante toda la vida del individuo.

3.4. ¿Qué alimentos suelen causar alergias alimentarias?
Aunque se pueden dar reacciones alérgicas a cualquier alimento o componente del mismo, algunas se dan con mayor frecuencia que otras. Los alérgenos alimenticios más comunes son la leche de vaca, los huevos, la soja, el trigo, los crustáceos, las frutas, los cacahuetes y los frutos secos., como las nueces.
3.4.1. Alergia a la proteína de la leche de vaca
La alergia a la proteína de la leche de vaca es más común en bebés y niños, especialmente cuando hay antecedentes familiares de alergia. Se da en un 0,5-4% de los bebés y su prevalencia disminuye con la edad. Los síntomas más comunes son los vómitos y la diarrea, aunque las reacciones adversas pueden variar de una persona a otra. Afortunadamente, las reacciones a la proteína de la leche vaca generalmente remiten pronto y la incidencia en niños de más edad y en adultos es mucho menor.
La alerginicidad de la leche de vaca se puede reducir mediante el uso de diferentes tratamientos en el procesamiento de los productos lácteos. El tratamiento térmico desnaturaliza algunas de las proteínas lácteas, reduciendo su alergenicidad. Por este motivo, algunas personas sensibles a la leche pueden tolerar productos con leche esterilizada o evaporada, pero no la leche pasteurizada. Otros procesos lácteos, como la degradación enzimática de las proteínas en péptidos, también pueden reducir la posible alergenicidad de las proteínas del lactosuero. En los productos fermentados, como el yogur, y en los quesos, la estructura de las proteínas lácteas no cambia mucho y por ello, conservan su alergenicidad.
Cuando se confirma un diagnóstico de alergia a la proteína de la leche, es importante asegurarse de que se mantiene una dieta equilibrada y saludable, especialmente durante el crecimiento y desarrollo de los niños. Es esencial contar con el asesoramiento de un dietista titulado para garantizar una ingesta óptima de nutrientes como el calcio, el magnesio, y las vitaminas A, D B2 y B12. El consumo de sardinas y salmón con espinas (en lata) y de verduras verdes cocidas, como el brócoli, ayuda a mantener las ingestas recomendadas de calcio.
3.4.2. Cacahuetes y frutos seco
La alergia a los frutos secos se considera una afección importante, ya que comienza a una edad temprana, dura toda la vida y puede ser fatal. Los cacahuetes, también conocidos como manises, y los frutos secos como las almendras, las castañas, las avellanas y las nueces pueden provocar síntomas, incluso aunque el contacto haya sido mínimo, con la piel intacta o por inhalación. La alergia leve a los frutos secos se puede limitar a una erupción, náuseas, dolor de cabeza y a la inflamación de la lengua y los labios, mientras que la alergia grave a los frutos secos y a los cacahuetes puede provocar un shock anafiláctico . Debido a la posible gravedad de los síntomas de la reacción alérgica a los frutos secos, aquellas personas que sufren dichas reacciones deberán evitar cualquier contacto con los mismos y llevar adrenalina en todo momento (para contrarrestar reacciones alérgicas graves)
3.4.3. Otros alérgenos alimentarios comunes
Otros alimentos que están más o menos asociados con las reacciones alérgicas son las frutas, las legumbres (incluida la soja), los huevos, los crustáceos (cangrejo, langosta, cigala y langostino), el pescado y las verduras, las semillas de sésamo, de girasol, de algodón, de amapola y la semilla de mostaza. La capacidad alergénica de algunos alérgenos alimenticios desaparece cuando se cocinan o se procesan, ya que se desnaturalizan las proteínas. Las técnicas de procesamiento más modernas, como los tratamientos de alta presión para alimentos, la fermentación y los tratamientos enzimáticos, pueden ayudar a reducir la alergenicidad de algunas proteínas alimenticias. También se pueden eliminar los alérgenos de los aceites mediante el refinado. Algunos de los problemas sin resolver en cuanto a alergias alimentarias están relacionados con la presencia en pequeñas cantidades de un determinado alérgeno en alimentos procesados o en platos consumidos fuera de casa.

4. Intolerancia alimentaria
La intolerancia alimentaria puede tener síntomas similares a los de una alergia (entre ellos náuseas, diarrea y dolor abdominal), sin embargo el sistema inmunológico no interviene en las reacciones que se producen de la misma manera. La intolerancia alimentaria se da cuando el cuerpo no puede digerir correctamente un alimento o uno de sus componentes. Mientras que las personas que tienen realmente alergias alimentarias necesitan generalmente eliminar el alimento causante de su dieta, las personas que sufren una intolerancia pueden consumir pequeñas cantidades del alimento o del componente alimenticio, sin que se den síntomas, excepto en el caso de personas que sean sensibles al gluten o al sulfito.
4.1. ¿Cuáles son las causas más comunes de la intolerancia alimentaria?
Las dos causas más comunes de las intolerancias alimentarias son la lactosa y el gluten
4.1.1. Intolerancia a la lactosa
La lactosa es el azúcar que se encuentra en la leche. Normalmente, la enzima lactasa, que está presente en el intestino delgado, descompone la lactosa en azúcares más simples (glucosa y galactosa), para que puedan ser absorbidos por el torrente sanguíneo. Cuando la actividad de la enzima es demasiado baja, la lactosa no se puede digerir, y pasa al intestino grueso, donde es fermentada por las bacterias de la flora intestinal. Esto puede provocar síntomas como flatulencia, dolor y diarrea.
Aunque la mayoría de la gente que proviene del Norte de Europa produce suficiente lactasa a lo largo de su vida, la deficiencia de lactasa es un fenómeno común en algunas razas de color y algunas personas de Oriente Medio, India y zonas de África, así como en sus descendientes. En realidad, aproximadamente un 70 por ciento de la población adulta del mundo no produce suficiente lactasa, y consecuentemente tiene algún grado de intolerancia a la lactosa. En Europa, la deficiencia de lactasa se da en cerca de un cinco por ciento de la población blanca, y en una proporción mucho mayor (entre el 50 y el 80 por ciento) en grupos étnicos.
La cantidad de leche y productos lácteos que puede producir síntomas de intolerancia varía mucho. Algunas personas que tienen una baja actividad intestinal de lactasa pueden tomarse un vaso de leche sin experimentar ninguna molestia. Igualmente, los quesos duros, debido a su contenido bajo en lactosa, y los productos de leche fermentada, como el yogur, normalmente son bien tolerados. Esto podría explicar por qué el consumo de productos lácteos cultivados y los yogures está tan extendido en zonas del mundo donde es común la deficiencia de lactasa. Además, se puede mejorar la tolerancia en personas sensibles, si se consumen alimentos que contienen lactosa como parte de las comidas, y se reduce la cantidad de alimentos ricos en lactosa que se ingieren de una sola vez.
4.1.2. Intolerancia al gluten
La intolerancia al gluten es un trastorno intestinal que se da cuando el cuerpo no puede tolerar el gluten (una proteína que se encuentra en el trigo, el centeno, la cebada y las avenas, aunque existe controversia con respecto al papel de estas últimas y actualmente es objeto de investigación) Esta afección se da entre 1 de cada 350 personas y una de cada 1000 en la población europea, y se denomina a veces enfermedad celíaca o enteropatía por gluten.
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente que se puede diagnosticar a cualquier edad. Si el enfermo consume alimentos que contienen gluten, la mucosa del intestino delgado queda dañada, y tiene menos capacidad para absorber nutrientes esenciales como las grasas, las proteínas, los carbohidratos, los minerales y las vitaminas. Entre sus síntomas destacan la diarrea, la pérdida de peso, la fatiga, la irritabilidad y el dolor abdominal. En los niños, se pueden dar síntomas de desnutrición, entre ellos problemas de crecimiento. Actualmente, la única forma de ayudar a los pacientes celiacos es proporcionarles una dieta sin gluten. Normalmente se pueden conseguir listas de alimentos sin gluten en los centros locales de información dietética y en las asociaciones de apoyo relacionadas con enfermedad celiaca. Cuando se elimina el gluten de la dieta, el intestino se regenera gradualmente, y desaparecen los síntomas.
En estos momentos se están realizando investigaciones para identificar la naturaleza y la secuencia exactas de aminoácidos del gluten que producen la enfermedad celíaca, y es posible que en un futuro esta información tenga importantes aplicaciones en la biotecnología y el desarrollo de cultivos de cereales que no causen intolerancia.

5. Aditivos alimentarios y reacciones adversas
Aunque los aditivos alimentarios no suponen ningún problema para la mayoría de la gente, un número reducido de personas con determinadas alergias pueden ser sensibles a algunos aditivos, como ciertos colorantes y sulfitos..
Como todos los aditivos alimentarios deben figurar claramente en las etiquetas de los alimentos, aquellas personas que crean que pueden ser sensibles a un aditivo, pueden evitar consumir aquellos que crean que pueden ocasionarles problemas.

6. ¿Cómo se diagnostican la alergia alimentaria y la intolerancia alimentaria?
La alergia y la intolerancia alimentaria se pueden diagnosticar adecuadamente utilizando métodos de detección científicamente válidos. Si alguien piensa que puede estar sufriendo una respuesta alérgica a determinadas sustancias alimenticias, lo primero que debe hacer es ir al médico, para asegurarse de que los síntomas no se deben a otra enfermedad y para que éste remita al paciente a un dietista o un especialista en alergias.
El primer paso para llegar a un diagnóstico fiable es conseguir un historial detallado sobre los antecedentes médicos del paciente y de sus familiares. Hay que prestar especial atención al tipo de síntomas, su frecuencia y a si se dan cuando se consumen determinados alimentos. También se debe realizar un reconocimiento físico completo del paciente. Después, se pueden utilizar los siguientes métodos para detectar la enfermedad:
6.1. Pruebas cutáneas
Tomando como base el historial dietético, se incluyen en el panel utilizado para las prueba cutáneas los alimentos que se sospecha que pueden causar reacciones alérgicas. El valor de este tipo de pruebas es objeto de controversia y no se puede considerar que los resultados tengan una fiabilidad del 100%. Las pruebas consisten en colocar sobre la piel extractos de determinados alimentos, que se pinchan o se escarifican en la piel para observar si hay reacciones de escozor o hinchazón.
6.2. Dietas basadas en la eliminación de alimentos
Las dietas de eliminación consisten en suprimir de las mismas el alimento o la combinación de alimentos que están bajo sospecha durante las dos semanas anteriores a la estimulación alimentaria. Si desaparecen los síntomas durante este periodo de tiempo, se vuelven a añadir a la dieta los alimentos eliminados, en pequeña cantidades que se incrementan gradualmente hasta que se alcanza un consumo normal. Una vez verificados todos los alimentos que estaban bajo sospecha, se pueden evitar consumir aquellos que hayan causado problemas.
6.3. Pruebas RAST (radioalergosorbentes)
Estas pruebas consisten en mezclar en una probeta pequeñas muestras de la sangre del paciente con extractos de alimentos. En caso de una alergia real, la sangre produce anticuerpos, que pueden detectarse, para combatir la proteína extraña. La prueba sólo sirve como indicación de que existe una alergia y no determina el grado de sensibilidad al alimento causante.
6.4. Prueba de estimulación alimentaria a doble ciego
En esta prueba de alergia, se coloca el alérgeno bajo sospecha en una cápsula o se esconde en un alimento y se da de comer al paciente en condiciones clínicas estrictas. Estas pruebas permiten que los médicos especializados en alergias e intolerancias alimentarias identifiquen la mayoría de los alimentos y componentes alimenticios que causan efectos adversos.
El resto de las formas de verificar las alergias alimentarias no están probadas y pueden no tener ningún valor.

7. ¿Qué se puede hacer para prevenir alergias e intolerancias alimentarias?
Una vez que se ha realizado un examen completo para identificar de forma precisa los alimentos o componentes causantes, la única forma de prevenir las reacciones alérgicas en las personas sensibles es eliminar dicho alimento o componente de su dieta o de su entorno. En caso de intolerancia alimentaria, puede ser suficiente limitar el tamaño de las raciones que se consumen del alimento en cuestión, para evitar los síntomas. La mejor forma de protegerse es leer la información sobre los ingredientes de las etiquetas, y conocer qué alimentos provocan las alergias, la intolerancia o el asma.
Se puede pedir la ayuda profesional de un dietista titulado para asegurarse de que no se excluyen nutrientes de la dieta cuando se cambian o sustituyen alimentos. También es importante preguntar sobre los ingredientes y métodos culinarios empleados cuando se come fuera de casa, para evitar así los alimentos que causan problemas. Cuando una persona sale a comer fuera debe explicar su situación y sus necesidades al anfitrión o a la persona que sirve la comida. Si es necesario, hay que solicitar hablar con el chef o gerente del café o del restaurante.
En caso de dudas, se debe apostar por la seguridad y comer alimentos sencillos como carne a la parrilla, o llevar alimentos que haya preparado uno mismo. Hay que tener siempre un plan de respuesta rápida si una persona, está sufriendo una reacción alérgica grave y se debe llamar inmediatamente a un médico o una ambulancia.

8. ¿Qué responsabilidades tienen los fabricantes y minoristas de alimentos?
Hoy en día se reconoce que las alergias alimentarias son un tema importante en la seguridad alimentaria y la industria alimenticia debe procurar ayudar a aquellos que sufren alergias a seleccionar una dieta adecuada y fiable.
Los fabricantes tienen que utilizar buenos criterios a la hora de utilizar como ingredientes los principales alérgenos graves, avisar sobre la presencia o posible presencia de dichos alérgenos en los productos, y evitar la contaminación adventicia de los alimentos, con alérgenos que estén presentes en otros productos.
Estos temas se pueden solucionar si se siguen las Normas de Correcta Fabricación (Good Manufacturing Practices -(GMP), que incluyen la implementación de los sistemas de Análisis de Riesgos y Punto de Control Crítico (Hazard Análisis y Critical Control Point, HACCP), que implican una estrecha cooperación con los proveedores de materias primas y otros puntos de la cadena de abastecimiento de alimentos. El desarrollo adecuado de fórmulas y controles asegura que el producto alimenticio preparado contiene sólo los ingredientes que se especifican en sus formulaciones. También se deben tomar precauciones para evitar el contacto de las materias durante el almacenamiento, manipulación y procesamiento de las mismas, cuando se utilizan equipos de producción compartidos.
9. ¿Qué está sucediendo en cuanto al etiquetado de posibles alérgenos en alimentos?
La Unión Europea está planteándose la manera adecuada de etiquetar los alérgenos, y mientras tanto muchos organismos nacionales han elaborado directrices para potenciar la adopción de las Normas GMP y para proporcionar información al consumidor.
La Comisión del Codex Alimentarius, la Comisión de la Unión Europea y otros organismos internacionales están estableciendo los criterios científicos para seleccionar qué alimentos alergénicos deben etiquetarse. Se han considerado como alérgenos graves los cacahuetes, los frutos secos, los crustáceos, el pescado, la soja, la leche de vaca, los huevos, el trigo y el sésamo (Comisión de la UE).
Aunque no existen disposiciones específicas en la legislación alimentaria de la UE, que exijan el etiquetado de los posibles alérgenos alimentarios, sí que hay requisitos generales relativos a la declaración de todos los ingredientes en la lista de ingredientes del producto. En estos momentos existen las siguientes excepciones a esta norma general:
No es necesario que se enumeren en el etiquetado los ingredientes incluidos en la "norma del 25%". Este el caso de los ingredientes compuestos (que tienen un nombre común, pero están formados por varios ingredientes diferentes), que supongan menos del 25 por ciento del producto acabado;
Los ingredientes "transferidos", como algunos aditivos que no desempeñan ninguna función tecnológica en el producto acabado, pero son transferidos a un alimento por uno de sus ingredientes; Y algunos alimentos (por ejemplo, algunos quesos y la mayoría de las bebidas alcohólicas).
De forma voluntaria algunos fabricantes y minoristas, ya declaran la mayoría de los alérgenos graves en las listas de ingredientes, incluso aunque estén presentes en muy bajas cantidades. Además, los productores de alimentos utilizan etiquetas, como las que indican 'puede contener', en productos en los que adventiciamente puede haber pequeñas cantidades de posibles alérgenos. No obstante, en respuesta a las constantes peticiones por parte de los consumidores de que se facilite mejor información en los productos que se adquieren, la Comisión ha dictado una propuesta de enmienda de la Directiva 2000/13/EC relativa al etiquetado de los productos alimenticios. Dicha propuesta modificará la "norma del 25%", lo que significa que será obligatorio que aparezcan en el etiquetado todos los ingredientes añadidos intencionadamente. La propuesta también establece el etiquetado obligatorio de todos los ingredientes que se sabe, gracias a los estudios científicos publicados, que pueden causar alergias. Con esta enmienda se pretende asegurar que haya una mejor información sobre los contenidos de los productos alimenticios, para que los consumidores con alergias sean capaces de identificar los ingredientes alrgénicos que puedan estar presentes en los mismos.
Algunos fabricantes y minoristas ponen a disposición de los consumidores listas de productos que no contienen determinados alérgenos, mediante folletos, líneas de atención al cliente y sitios web.
Bibliografía
André, F.; André, C.; Colin, L.; Cacaraci, F.; Cavagna, S. (1994). Role of new allergens and of allergens consumption in the increased incidence of food sensitisations in France. Toxicology, 93:77-83.

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