Extracto de "También Vivimos Mientras
Soñamos"....de Trigueirinho...
Los sueños constituyen un poderoso instrumento para la evolución del
hombre; a través de ellos, podemos participar de la vida en varios niveles de
realidad y conciencia.
LA PREPARACIÓN
A través de los sueños el subconsciente se desbloquea de todo aquello
que permanece reprimido durante el día. En los sueños, de un modo general,
somos más libres, exactamente por no ejercer control sobre ellos, aunque en un
nivel más avanzado de evolución, sea posible conducirlos al desenlace buscado.
Antes de dormirnos, podemos proponernos no sólo registrar los sueños en
nuestro cerebro, sino también abrirnos a su comprensión. Esto se consigue con
una aspiración y una voluntad sincera y pura.
Consultar diccionarios de sueños y otras guías similares, es una forma
de no llegar jamás a comprender los contenidos, porque cada sueño es único.
Aunque dos personas sueñen lo mismo, la interpretación puede ser diferente para
cada una de ellas.
Los sueños pueden ayudar a desbloquear emociones reprimidas como también
equilibrar nuestra vida consciente.
Otro motivo es que los sueños pueden contactarnos con niveles más
elevados de nuestro Ser, con la superconciencia, desde donde pueden venir
orientaciones precisas. Esto es algo que en vigilia no sucede tan simplemente,
por causa de distracciones a las cuales el cerebro y los sentidos están
expuestos.
Los sueños son capaces de revelar que no existe separación entre los
individuos, ni entre los individuos y el universo.
No siempre el mensaje total que debemos recibir está contenido en un
solo y mismo sueño. A veces, tenemos una serie de sueños, como si fueran
capítulos de un libro o de una historia con indicaciones fortalecidas poco a
poco.Por esto, cuando tenemos varios sueños en una misma noche, en noches
continuas o espaciadamente, es interesante anotarlos con la mayor fidelidad
posible y ponerles fecha. Después de cierto tiempo verificamos que acompañarlos
es como leer un libro y que parte de la indicación está en un sueño, pudiendo
la conclusión estar en otro. A primera vista tales partes hubieran podido
parecer inconexas entre sí.
Cuanto más profundizamos en este tema, vamos teniendo más sueños
simbólicos ligados a hechos no concretos, de acuerdo a cómo pensamos. En varios
casos, esos sueños simbólicos pueden ser considerados el lenguaje de nuestra
alma.
Conviene que seamos capaces de registrar el sueño con fidelidad, sin agregarle
nada.
Los detalles que surgen durante el sueño siempre son importantes y
reveladores.
Si me contacto en silencio con el símbolo que vi y me quedo quieto,
eximiéndome de dar una opinión personal, probablemente comenzarán s surgir
muchos otros elementos.
Por ej: una puerta, era blanca, tenía el picaporte del lado izquierdo,
etc.-. Esos detalles pueden tener un significado específico, que emergerá
dentro de mí y no a través de explicaciones mentales sino de estados de ánimo
que me transforman.
Si a pesar de quedarme quieto frente al símbolo, en una actitud
imparcial, no consigo llegar a ninguna conclusión, esto no tiene importancia;
por el simple hecho de haberme quedado quieto, tranquilo, impasible e
impersonal, permito que el símbolo me transforme. Por ser él un concentrado de
energías de otro nivel, con mi actitud imparcial, a pesar de no comprenderlo,
termino entrando en contacto con la energía que trae.
Si me viene un símbolo y no lo entiendo, es señal de que vino para que
yo simplemente permanezca delante de él, nada más.
EL SUEÑO
PROFUNDO y algunos tipos de sueño.
Los sueños ocurren primeramente en el período que va desde el
adormecimiento del cuerpo físico hasta alcanzar el sueño profundo. En éste,
cuya duración es de unos pocos minutos, no hay sueños. A través de él nos
reabastecemos de la energía íntima para continuar la vida.
En el período de retorno del sueño profundo a la conciencia de
despierto, recomienzan los sueños. Si durante el día, conseguimos cultivar una
actitud de inofensividad, de no crítica, de no juzgar, de ausencia de
expectativas, de no-ambición, veremos que el sueño será bueno y el sueño
profundo realmente restaurador.
Generalmente estamos sujetos a tres factores: la ilusión mental del
tiempo y del espacio, la conciencia de ser un ego personal y los
condicionamientos sobre la sexualidad. Esos factores, limitaciones de las que tampoco
estamos libres durante la vida de vigilia ni durante los sueños, no existen en
el sueño profundo.
Si no tenemos un sueño profundo, total, durante algunos minutos en las
veinticuatro horas, el sistema circulatorio y el digestivo comienzan a
presentar trastornos, desde el punto de vista mental esto impide que veamos las
cosas con claridad.
Tanto la energía de la religiosidad (considerada como la unión entre los
niveles de la personalidad y la superconciencia), como la energía que nos
despierta para la filosofía, provienen del sueño profundo. No son los
estudios ni las experiencias de vida que nos vuelcan hacia esas disciplinas; lo
que nos lleva, con el tiempo a aproximarnos a la realidad religiosa, y a la
filosófica es el contacto de algunos minutos -contacto repetido durante toda la
vida- con lo profundo del Ser a través de este tipo de sueño.
Llamamos sueños comunes, normales, a los que son producto de la vida de
los deseos.
El deseo es una secreción del cuerpo emocional.
Antiguos deseos que tuvimos en vidas pasadas, también pueden
manifestarse en sueños no ambientados en la vida actual.
Otro nivel de la vida de los deseos que puede dar origen a sueños
comunes es el astral, o emocional colectivo.
Cualquiera sea el sueño o la experiencia que tengamos, debemos estar
igualmente agradecidos. Un sueño, provenga del nivel anímico o de los niveles
de la personalidad, siempre es de valor para quien lo capta. Al estudiarlo,
ordenamos los temas en nuestra mente; y si somos agraciados, comenzamos a
percibir un valor nuevo, que nos sirve como instrumento de transformación. La
comprensión de la esencia de este trabajo con los sueños puede llevarnos a
liberarnos de los deseos y abrirnos para la inspiración superior y la voluntad
del alma.
Hay procesos que posibilitan que nos concienticemos de la vida de los
sueños. Entre ellos tres son bastante usados. El 1º) es el autoanálisis, pero
que al reconstruir y revivir una situación antigua, terminamos dándole una
fuerza mayor.
En la psicología espiritual, se usa el 2º y 3er de los procesos, juntos
o separados, según el caso.
El 2º) de ellos consiste en posibilitar al individuo una vida creativa,
organizada, en la cual él abandone su pasado, dejando de actuar sólo para sí
como hacía, y comience a dedicarse a una vida altruista.
Según la psicología esotérica, el 3er) método consiste en ayudar al
individuo arecordar que es un alma, un ser espiritual.
Muchas veces ocurren sueños que tienen continuidad con otros
posteriores. Esto nos ayuda a reconocer la continuidad de la vida; ella no se
interrumpe nunca, como pensamos.
No siempre las asociaciones que hace la mente son útiles para la
comprensión de los sueños. Hace falta libertad mental y disponibilidad para
permanecer delante de un sueño como si fuese el primero en la vida, como si el
proceso se iniciase en ese momento, sin permitir la entrada, en su estudio, de
ningún preconcepto creado anticipadamente por la personalidad.
Ponernos ansiosos al despertar después de un sueño puede crear un
bloqueo e impedirnos soñar nuevamente por algún tiempo. Por esto, la ansiedad
es uno de los primeros obstáculos a liberar.
Cuando
tenemos una meta mayor, como la de abrirnos a la conciencia de la vida del
sueño, en general las pequeñas ansiedades se rinden.
CONTINUARÁ
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home